Porque el consentimiento no solo se da… también se conversa, se escucha y se construye.
¿Por qué es importante hablarlo?
Porque el consentimiento no es una vez y ya.
Es un lenguaje, una dinámica.
Una forma de cuidarte y cuidar del placer compartido.
Hablar de lo que quieres (y lo que no) no arruina el momento.
Lo hace más seguro, más libre y más tuyo.
1. Cómo expresar tus deseos
«Me gustaría probar algo nuevo contigo. ¿Te interesa escucharlo?»
Tips para comunicar lo que sí quieres:
- Usa frases en primera persona (“me gustaría”, “quiero explorar”, “tengo ganas de…”).
- Sé específica/o si puedes, pero no te obligues a saberlo todo.
- Habla desde la emoción, no desde la exigencia.
Frases útiles:
- “Tengo curiosidad por probar ___, ¿cómo lo ves tú?”
- “Últimamente me ha gustado mucho cuando hacemos ___. ¿Podemos repetirlo?”
- “Siento que me prende cuando tú ___. ¿Qué opinas?”
- “¿Te gustaría que busquemos algo nuevo juntos/as?”
Recuerda: expresar lo que te gusta no te hace exigente, te hace presente.
2. Cómo decir lo que NO quieres (y que se entienda sin culpa)
“Hay cosas que no me hacen sentir cómoda, y quiero compartirlo contigo porque confío en ti.”
Tips para poner límites sin miedo:
- No justifiques demasiado tus límites. Son válidos sin explicación.
- Usa un tono firme, pero no confrontativo.
- Repite si es necesario: “esto no me hace sentir bien” es suficiente.
Frases útiles:
- “Prefiero que no hagamos eso por ahora.”
- “No me siento lista para probarlo.”
- “Eso no es algo que disfrute.”
- “Gracias por preguntar, pero paso esta vez.”
- “Hoy necesito algo más suave/lento/distinto.”
Decir no no significa rechazar a la otra persona. Significa escucharte.
3. Cómo hacer acuerdos juntos/as
“¿Qué te gustaría a ti? Podemos buscar un punto medio.”
Tips para crear acuerdos placenteros:
- No se trata de imponer, sino de proponer.
- Pregunten, escuchen y compartan expectativas.
- Los acuerdos pueden cambiar con el tiempo. Actualícenlos cuando lo necesiten.
Frases útiles:
- “¿Qué necesitas tú para sentirte más cómoda/o?”
- “Podemos intentar esto, pero si en cualquier momento no te sientes bien, lo paramos.”
- “¿Te gustaría hablar de una palabra segura?”
- “Vamos lento, y si algo no nos gusta, lo decimos, ¿te parece?”
Tips finales para conversaciones de consentimiento:
Hazlo antes del encuentro, no solo durante.
Una charla ligera mientras cocinan, caminan o ven una serie puede ser perfecta para empezar.
No todo tiene que ser sexual.
Consentimiento también es: ¿quieres dormir abrazados? ¿Puedo tocarte el cabello? ¿Te molesta si me acerco?
El consentimiento se da, se confirma y se puede cambiar.
Hoy puedes querer algo y mañana no. Eso es parte del cuidado mutuo.
Apoya con gestos también.
Miradas, pausas, sonrisas, respiraciones: todo comunica.
Hablar de consentimiento es hablar de placer.
De lo que sí y de lo que no. De cómo te sientes, cómo deseas y cómo respetas.Y si no sabes por dónde empezar…
Esta guía está hecha para que puedas enviarla, compartirla o leerla en voz alta.