¿Te has preguntado por qué hablar de placer todavía incomoda? ¿Por qué muchas personas lo sienten como un lujo, un capricho… o incluso una culpa?
Hoy en Sensora queremos contarte algo que quizá no te enseñaron en la escuela: el placer es parte de tu bienestar, de tu salud y de tu derecho a existir en un cuerpo que también puede gozar.
¿Qué es el placer?
El placer no es solo sexual. Es una experiencia física, emocional, sensorial y hasta espiritual que se activa cuando algo te hace sentir bien. Desde una canción que te eriza la piel hasta una caricia suave en la espalda.
Pero en el caso del placer sexual, hablamos de una dimensión íntima que muchas veces está llena de tabúes, silencios o desinformación. Y eso importa. Mucho.
¿Por qué es importante explorarlo?
- Porque el placer es tuyo, no de otros
No nacimos para complacer a alguien más. El placer no tiene que ver con cumplir expectativas, sino con descubrir qué te gusta a ti, en tu cuerpo, a tu ritmo.
- Porque conocer tu placer te da poder
Tocarte, explorarte y entender tu cuerpo es una forma de autoconocimiento. Saber qué te excita, qué no, cómo y cuándo, te permite comunicarlo. Y eso mejora tus relaciones, tu autoestima… incluso tus decisiones.
- Porque el placer reduce el estrés y mejora tu salud
¿Sabías que el placer activa neurotransmisores como la dopamina y la oxitocina? Sentir placer no solo es rico, también fortalece el sistema inmune, mejora el sueño y regula las emociones.
- Porque te conecta contigo misma/o/e
El placer consciente, sin prisas ni juicios, puede ser una forma de meditación. De estar presente. De abrazar tus cicatrices, tus ritmos, tus formas. De decirle sí a tu cuerpo, sin filtros ni vergüenzas.
Entonces… ¿cómo empiezo a explorarlo?
Sin expectativas. No se trata de “llegar” a nada, sino de sentir.
Con curiosidad. Probar cosas nuevas, desde una pluma suave hasta un juguete que te intrigue.
Con seguridad. Si hay culpa, miedo o dolor, pausa. Mereces un placer libre y cuidado.
Con información. Aquí en Sensora te iremos contando más, pero también puedes buscar en libros, podcasts o cuentas confiables.
Recuerda:
El placer es tuyo. No tienes que pedir permiso para sentirlo. Y no hay una forma correcta de vivirlo.
Explorar tu deseo no te hace egoísta, ni “demasiado”, ni “rara/o/e”. Te hace humano. Y eso, en esta vida, ya es un regalo.
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